viernes, 23 de noviembre de 2012

Te extraño tanto, desde mi orilla

Cuando todo el mundo se cae, te extraño, te extraño tanto,eres mi constante; lo único que me permite seguir teniendo esperanza.

Te extraño, te extraño tanto, ya no creo que seas quien recuerdo, pero te extraño, te extraño tanto

Me encanta saber que estás haciendo lo que prometiste, ojalá yo estuviera tan cerca de nuestras promesas.Te extraño, te extraño tanto

El mar siempre entre nosotros, te extraño, te extraño tanto.

Lo peor son los celos hacia alguien, que en paralelo a mí, te espera en la orilla, dispuesta a navegar.

Hoy siento celos justo cuando no debería, está claro que yo siempre estaré extrañándote y amándote en la orilla, dispuesta a navegar o volar.

Dispuesta, en la orilla de este maldito mar que se niega a reunirnos, que se empeña en llevar y traer olas donde no estamos.

En la orilla, de una alberca, hacia esa orilla corrimos tomados de la mano y saltamos como quienes aman en eterno presente.

En la orilla, de una fuente, nos despedimos, me diste un libro. En la orilla, de nuestros labios se quedó el Te Amo.

En las orillas del mar que nos separa crecemos. En mi orilla, espero.

De la orilla de mi corazón a su centro, te extraño, te extraño tanto.

De mi orilla a tu orilla, te extraño, te extraño tanto. Bendito mar que nos separa, de no existir, estaría besándote y no haciendo poesía.

Te extraño, te extraño tanto.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

DE LO QUE UNO SE ENTERA


Entre que los chinos quieren patentar el nopal como producto de oriente, la huelga de los escritores para cine y televisión de Estados Unidos de América y mi surf ocasional por la red, pues llegué a un texto de Fabrizio Mejía Madrid de cuando estuvo en Colombia en lo de 39 escritores menores de 39, por supuesto es excelente, léanlo en: http://www.piedepagina.com/numero12/html/fabrizio_mejia_madrid.html

Aquí fragmentos:
"Decidí no volver a presentar mis libros para ahorrarme la escena en que llevan a mi abuela arrastrando los pies con un tanque de oxígeno. O a las tías sobreactuadas coqueteando con alguien que creen que es un novelista y resulta que es el que conecta el sonido. O a mis padres conmovidos diciendo, sin entender nada, con el libro entre las manos: “Uhm, qué bien”. Si son los libros de uno, la presentación se asemeja peligrosamente a una intervención quirúrgica...
...Tratándose de los libros de otros, la presentación cambia de aspecto. Es un excelente momento para repartir elogios sin mesura, chistes locales, amenazas veladas y, si no es tu amigo, destrozar su obra."

domingo, 18 de noviembre de 2007

Teatro Nacional de China


“Flor en espejo, luna en agua” del Teatro Nacional de China se presentó en el Teatro Principal. La obra muestra que en las relaciones personales no hay diferencias idiomáticas, sexuales o continentales, los conflictos son los mismos y las soluciones siempre están por descubrirse.

En un ambiente de espejos, relojes, arena blanca, teléfonos, proyecciones y música en vivo se desarrollan diferentes cuadros dramáticos que bien pueden suceder en un avión, una estación de radio, una casa o un hospital. Aunque la obra carece de trama, exigencia de la narrativa clásica, los espectadores podemos encontrar la coincidencia entre las historias en el caos, la fatalidad, la vida metropolitana y la fragilidad mental que todas refieren.

Los personajes buscan sin descanso que alguien los guíe, que sea su espejo, su reflejo, la necesidad de encontrarnos en los otros está latente en cada escena. Las justificaciones humanas quedan como una herramienta más para asirnos a una realidad que no controlamos.

El teatro nacional de China con Flor en espejo, luna en agua, invita a reflexionar sobre las estructuras que la humanidad se ha creado y si estás ayudan o impiden la comunicación en las relaciones humanas.

NOTA: FOTO DE CHRISTA COWRIE

Narraciones que percuten

León, Guanajuato FIC 2006


Ocho piedras, cuatro músicos y una metáfora auditiva de agua nos transportaron al mundo de Tambuco, Ensamble de Percusiones de México, con su concierto “Percussion UK” en el Teatro Manuel Doblado el viernes 6 de octubre a las 20 horas.

En homenaje a la música de percusiones, la agrupación decidió tomar su nombre de la pieza “Tambuco” del compositor mexicano Carlos Chávez. Tambuco se fundó en 1993 y está formado por Ricardo Gallardo, director artístico y percusionita; Alfredo Bringas, Miguel González y Raúl Tudón, percusionistas. Su álbum “Carlos Chávez, Complete Chamber Music” fue nominado en los premios Grammy de este año en las categorías de Mejor álbum de música clásica y Mejor ensamble de cámara.

Las ejecuciones musicales de anoche mostraron la obra de compositores contemporáneos del Reino Unido, sin embargo, el programa incluyó “Offrande” del mexicano Javier Álvarez como alusión a su vida musical en Londres.

“Stone song, stone dance” de Paul Barker fue la segunda pieza interpretada, pero sin duda fue la que desenterró de nuestra memoria colectiva lo primigenio de la percusión en el choque de dos piedras. Las posibilidades infinitas de las percusiones para crear ambientes, despertarnos emociones, narrarnos historias y transportarnos a mundos tan lejanos o interiores como nuestra voluntad elija quedaron claras con la deleitable cascada de sonidos de “One last bar, then Joe can sing” de Gavin Bryars. Las marimbas cautivaron, sorprendieron y engancharon a nuestros tímpanos bajo las hábiles manos de los miembros de Tambuco en “Hook” de Graham Fitkin.

Después del festival de tesituras e imágenes auditivas con el que Tambuco nos refrescó el oído y nos recordó lo placentero que es escuchar, uno se pregunta ¿qué significado guarda la música para un percusionista? Ricardo Gallardo nos respondió “ La Música es un universo, se me hace la mejor forma de comunicarse. Pienso que no habría guerra si nos comunicáramos a través de la música. La música resuelve sus conflictos, no los esconde, no los rehuye, los enfrenta, los pone a la vista de todos y los resuelve.”

Los oídos de quienes acudimos al concierto tardarán en adaptarse de nuevo al ruido citadino luego de haber experimentado lo armonioso y plácido de un golpe a tiempo.

Cuento para la mirada

San Miguel de Allende, Guanajuato FIC 25-10-2006

“En la tibieza del tiempo todo consiste en morir y dejar crecer las sombras que apagarán los recuerdos de lo que alguna vez nos provocó sueños. Ya nadie dice nada en este pueblo sin ruidos, porque los hombres viven murmurando como grillos sobre las brasas de la tierra. Retazan suspiros y esperan que el día desbarate las sombras para perderse en la tibieza del tiempo ”.

Una narración circular es lo que es la exposición “Paisajes interiores” de Rogelio Cuéllar en el Centro Cultural El Nigromante en San Miguel de Allende, Guanajuato. Los títulos de su obra tan sólo enmarcan su belleza y su misterio. Nos invitan a jugar y unir aleatoriamente imágenes y textos, como un rompecabezas personal para cada observador, una historia a la medida de quien se atreva a descender a su vientre y escucharse. Las fotografías de Rogelio parecen yantras, mantras visuales que nos llevan a meditar sobre lo que somos: tiempo, espacios, silencio, espera, sueños. No son necesarios los retratos, lo que el ser humano habita, sus lugares y herramientas han sido personificados por la mirada de Cuéllar y hablan de su esencia.

Una ventana abierta y el espacio que se expande por entre su marco, lleva por título “Apagando mis recuerdos”; una esquina y la sombra de un árbol proyectada sobre el edificio es “Vi crecer sombras”; una silla se llama “Comencé a llenarme de sueños” y en cada imagen permaneces, observas, sientes. Reflexionas sobre el tiempo y las transformaciones que suceden en él. Esos cambios son lo que miden nuestra vida, los que dan cuenta de ella, los que nos permiten crecer.

Cualquiera puede perderse en un mundo de espejos fabricados a la medida de nuestra necesidad por sentirnos bien. Pero las pérdidas, también son reflejo, realidad y verdad. La fotografía “Puede usted perderse” muestra la esquina de un inmueble con anuncios publicitarios viejos de refrescos como Crush y cigarros como Faros, en medio una flecha que indica el tránsito. Tan desconectados de nosotros mismos estamos en ocasiones que necesitamos que nos digan para dónde ir, ya no resulta extraño, es sólo una oferta más del espectáculo “vive sin complicaciones” en que hemos convertido la vida. Por eso la mirada de Rogelio Cuéllar nos transporta a la intimidad, a lo que es e impacta sin maquillaje, sin retoque, sin efectos.

Su experiencia en la fotografía es evidente, su trayectoria, sus premios, su amor por enfocar lo contundente, lo veraz, es tangible en cada hilo del telar que somos. Indudablemente vibramos ante su lenguaje visual, los invito a sentirlo, las exhibición permanecerá hasta el 26 de noviembre. Un cuento para la mirada es el trabajo de Rogelio Cuéllar, una narración que nos abre el encuentro con nosotros mismos y con la aventura de lo que creímos sólo un recuerdo, pero termina siendo vértice de lo que ahora nos define.

Arriba el Norte

León, Guanajuato FIC 2006

What about art? Fue la pregunta que inauguró el concierto No más Mozart en el Teatro Manuel Doblado el domingo 8.

Do you know Mozart? He is dead (¿Conoces a Mozart? Está muerto) Fue la frase a la que muchos respondimos: Más Mozart por favor. La primera parte del concierto estuvo a cargo de los austriacos Christopher Just y el trío waxolutionists. Utilizaron como base la música de Mozart y partir de ella escratchearon discos, manipularon agudos, graves, tempos, salidas de sonido a derecha e izquierda para reinterpretar al genio de Salzburgo. Después de oírlos queda claro que uno se pregunta ¿Quiénes serán los genios de este siglo, quiénes nos representarán y serán reinterpretados por nuevas generaciones? Queremos más Mozarts, más genios que puedan seguirnos hablando a través de los siglos. Gracias a sus aportaciones hemos llegado a donde estamos, sus lecturas singulares del mundo, sus obras como ventanas a su mente, nos ponen a vibrar y a leer desde otros ángulos, a reconstruirnos cultural y simbólicamente, como en el homenaje a Mozart de la noche del domingo en el Doblado.

Después del intermedio, llegó el turno de escuchar Nortec con Pepe Mogt de Fussible, Roberto Mendoza de Panóptica y Octavio Castellanos como Vj. Fuimos transportados al Norte del país desde la primera nota, la imágenes se conjugaron en un perfecto discurso con la melodía. Frases comunes como “El corazón a veces me domina quisiera que fuera al revés, pero no puedo”, palabras sueltas: sonido, transmisiones, carreteras, conexiones, audio, movimiento, lenguaje, secuencias, pixeles, go, no, limits, fotos del cruce de la frontera, de personajes prototípicos, de bares, de acordeones, diseño de gráficos y notas cruzando un pentagrama en 3D nos sumergieron en un lenguaje visual-auditivo que movió nuestro cuerpo y más de uno bailó desde su asiento.

Pepe nos dijo que lo que tocan y proyectan “depende de las circunstancias porque ayer en Guanajuato era como una fiesta, entonces lo que tocamos fue un set muy fuerte, muy dinámico, muy festivo. Pero hoy como era en teatro y la gente estaba sentada para escuchar pues fue un set más para el espacio. Decidimos conforme vemos al público, porque siempre hay un intercambio entre el público y lo que estamos haciendo.”

Nortec es un sonido que se ha desarrollado desde los sonidos antes conocidos como industrial, electro para terminar con la fusión de los sonidos de Tijuana y otras partes del norte del país. Las influencias de estos músicos han sido grupos como Depeche Mode y New Order.

Las palabras proyectadas podían ser intercaladas y producirnos sentido o no. En lo personal uní tres: Go, no limits. (Vamos, no hay límites). Creo que resumen la noche, el concierto No más Mozart fue un ejemplo vivo y sintético de nuestra época, mezclar, reinterpretar, viajar, abrir nuestros sentidos y disfrutar. No hay límites, sólo referentes.

¡Qué cosas!

León, Guanajuato FIC 2006

Flamenco suena como a fuego, y qué incendio tuvimos el 20 de octubre en el Teatro Manuel Doblado con “Las cosas del Flamenco” de Cristóbal Reyes.

Un espectáculo encendido, lleno de pasión, de carácter, de fuerza y sensualidad. Bailaores de distintos países, con distintos acentos en la interpretación de la melodía nos mostraron que el Flamenco es un hervir en la sangre que pide salir, comunicar a los otros, extenderse por la tierra y cautivar a quien observa.

Puerto Rico, México, España, Chile, Estados Unidos dialogaron en el lenguaje de la música y la danza, sus embajadores fueron claros, precisos y una llama que con cada taconeo contribuyó en la corporeidad al flamenco.

Cristóbal Reyes, fue un derroche de energía, de pasión, de entrega, de amor por un arte que ha sido su manantial, el camino para vaciar su sentir y ser. La tradición sólo asegura su existencia si es capaz de dejarse reinterpretar, mezclarse, recibir de otros y andar por el mundo a través de quienes no imagino. Conservarse como raíz, como origen, pero ser libre de moverse con el tiempo y de dejarse tocar para seguir llegando a los corazones de los espectadores es lo que toca a un arte como el flamenco. Encuentra la posibilidad del intercambio y de la extensión en Cristóbal Reyes, sus bailaores y músicos.

En un país como el nuestro, eventos como el de anoche nos ponen a reflexionar y pensamos si nuestras tradiciones serán capaces de mutar, de fusionarse, de extenderse y seguir hablando de nosotros, o si en algún momento quedarán tan lejanas, tan inamovibles que dejarán de expresar parte de lo que somos. Quedó claro que el respeto y el amor por la tradición son lo que motiva el diálogo, la búsqueda de otros para continuar la vida de la forma que narra parte de nuestra identidad. En una ciudad como León en constante movimiento, ojalá por su origen queden el respeto y amor necesarios para preservarlo en los nuevos pasos citadinos, para no tenerlo como la foto olvidada que retrata a ya no sabemos qué parientes.

Las cosas del flamenco nos hablaron desde el vientre, por eso nos contagiaron de energía y nos dieron ganas de salir a aprender flamenco y bailarlo. Los aplausos fueron interminables y de pie el público agradeció el fuego del baile, sus formas, sus acentos, la generosidad artística de quien interpretó.