jueves, 12 de octubre de 2006

INDIA, LA FUERZA FEMENINA

León, Guanajuato

“La vasija es el cuerpo humano y la lámpara encendida es el alma de Shakti. Para adorar a a la diosa las mujeres mantienen la vasija en la cabeza y bailan al ritmo del tambor.” Estas palabras de Kalpesh Dalal director de Aavishkar nos introdujeron a una India llena de colores y tradiciones, a Anart, donde la danza prevalece por siempre. El Teatro Manuel Doblado abrió su telón la noche del 12 de octubre y nos envolvió en lo místico, lo vivo y la fortaleza delicada de la India.

Krishna es el dios que encuentra su complemento femenino en Shakti, la energía, por eso en el baile Chari las cuatro bailarinas danzan con fuego en la cabeza. Recordemos que en la India la vida es religiosa, por lo tanto los bailes tradicionales, como los presentados que pertenecen a las regiones de Gujarats y Rajasthan, ejemplifican la energía divina. La compañía con nueve bailarines busca rescatar y mantener las costumbres, su simbolismo y sabiduría en medio de un mundo comercial, poco espiritual, escéptico de toda verdad distinta a la ciencia.

El baile que a mi parecer puede ser tomado como metáfora de esta lucha entre lo tradicional y lo moderno es Vinchhudo que significa escorpión. El baile narra la historia de niñas que caminan por el bosque en busca de su principal fuente de energía, una de ellas es picada por un escorpión y pide que llamen a un médico brujo. Él acude, canta mantras y la cura, todos se alegran, cantan y bailan. La niña puede ser la India que picada por la globalización busca fervientemente en grupos como Aavishkar la salvación de su cultura ancestral y de su mitología. Desde 1993 este grupo con soporte del gobierno investiga el arte autóctono y lo reproduce en escenarios nacionales e internacionales como testimonio de vida.

Proyecciones de festivales, de mapas, de edificios, gente, instrumentos, paisajes nos enseñaron a esa India mítica, cambiante, enérgica, bella. Las encargadas de mostrarnos la fortaleza femenina, su vitalidad, fueron las bailarinas Lajju Davawaia, Anal Patel, Dhara Vaghela y Purvi Patel. Ágiles y ligeros, complemento de lo femenino, los bailarines fueron Rahul Shah, Digvijay Padhiar, Harshit Patel, Vishal Patel.

Danzas que cuentan historias divinas, hombres y mujeres al servicio de la tradición, la India el país que nos compartió su riqueza cultural la noche de octubre que guarda como memoria el encuentro de dos mundos, la confusión de un hombre y la razón de que los mexicanos hayamos sido llamados indios. Curioso, parece coincidencia, pero desde un punto menos racional podríamos decir que fue un ciclo cumplido.

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